de José Dimayuga
PERSONAJES
VÍCTOR, de 35 años.
DAVID, de 24.
DAVID, de 24.
La acción se desarrolla en la habitación de un hotel.
Mobiliario: una cama y un sillón.
Época actual en un sábado por la noche.
Entra DAVID; luego Víctor; los dos vienen elegantemente vestidos: el primero, de saco y corbata, y el segundo de esmoking.
DAVID (después de beber agua)
¿Te doy agua? (Pausa breve.) Habla, ¿no?, miéntamela si quieres, pero no sigas callado; dijiste que cuando llegáramos a la habitación me/
DAVID de pronto deja de hablar; más bien es callado por la mirada grave de VÍCTOR.
DAVID (avanzando hacia VÍCTOR)
No te pongas así, hombre.
VÍCTOR
…
DAVID
¿Por qué me ves de ese modo?
VÍCTOR avanza poco a poco hacia DAVID; su expresión es de ira. DAVID recula, medroso.
VÍCTOR
Eres muy puto, ¿sabes, no?
DAVID
Eh… Je…
VÍCTOR
No dije nada gracioso: digo que eres puto, güey. O qué, ¿te ríes si alguien te dice puto? ¿Te ríes si vas por la calle y te dicen puto?
DAVID
…
VÍCTOR
¿Si alguien te lo grita en la cara, güey?
DAVID (reculando, medroso, ante la mirada violenta de VÍCTOR)
No, pero, ps, no hay pedo. Sí, soy puto, ¿y?
VÍCTOR
Culero
DAVID
No mames, ¿qué te pasa?
VÍCTOR
No te hagas pendejo, que bien que te conozco.
VÍCTOR le planta una cachetada a DAVID. Estaba a punto de soltarle otro golpe, pero DAVID corre hacia el otro extremo del escenario.
DAVID
Oye, cálmate, güey.
VÍCTOR
¿Qué tanto hacías en el baño?
DAVID
Pues… lo que todo mundo hace en el baño: cagaba.
VÍCTOR
Lo que todo maricón hace en el baño no sólo es cagar. También se coge. Sí sabías, ¿no? O me vas a salir con que en los baños de Monterrey los jotos no cogen.
DAVID
Pues… no sé; a la mejor. Pero, ps, lo dirás por ti, porque a mí me parecería incómodo.
VÍCTOR
¡Yo no soy promiscuo, hijo de tu puta madre! ¿O me ves cara de bañero? ¿Tengo cara de andar asaltando braguetas, eh?
VÍCTOR se dirige hacia DAVID con el propósito de golpearlo, pero DAVID consigue esquivarlo.
DAVID
¿Ya, no? ¡Cálmala!
VÍCTOR
¿Cómo que ya “cálmala”? ¿Por qué te atreves a decir que yo soy el promiscuo cuando tú eres quien… quien es el puto?
DAVID
¿Y tú qué serás?
VÍCTOR
No me contestes con otra pregunta. (PAUSA breve. Con serenidad forzada) Oye, güey, si pagué tu boleto de avión, este hotel y esas garritas que traes puestas, no fue para que vinieras a putear, sino para que me acompañaras a mi… boda. ¿Entiendes lo que te quiero decir?... David, mírame a los ojos… te estoy hablando, güey. A todos les conté que tú eras mi primo de Monterrey, ¿y qué hace “mi primito” a la mitad de la boda? Se va a ligar a los baños del salón. ¡Óyeme, no mames! Cuídate, ¿no? ¡Y cuídame! ¡Preocúpate por los demás!... ¿Ahora entiendes?... David, te estoy hablando…
DAVID
¿Y en qué te basas para afirmar que fui al baño para/
VÍCTOR
Mira, David, por favor, no quieras jugar al “A ver quién tiene más cara de pendejo”. Yo te vi: saliste del baño platicando con un ruco de cabello canoso.
DAVID
Ah, ¿ese es tu coraje? (Sonríe) ¿Y por qué no empezaste por allí? Sí sabes quién es ese tipo, ¿no?... (VÍCTOR lo mira con gravedad.) Tu suegro. Era tu suegro… el papá de tu… de Angélica.
VÍCTOR
Y para seguir con el jueguito, también vas a decir que no sabías que es maricón.
DAVID
Je, ps, n-no… Bueno… Con razón.
VÍCTOR
Con razón qué.
DAVID
Nada. Nomás dije “con razón” por… pues por decir algo.
VÍCTOR
No, yo aquí paro el juego. El tonito con que dijiste “con razón” iba más allá de querer decir algo por pura casualidad. Es obvio que tú ocultas algo.
DAVID
No, de veras.
VÍCTOR
¿Qué esconderá esa carita de mosca muerta?
DAVID
La cabeza ha comenzado a dolerme; qué mala onda. Y no comí chocolate. ¿Por qué no pondrán aire en este pinche hotel? Puta madre, parece de cuarta. En Monterrey, uno como estos ya lo hubieran clausurado. ¿Te dije que maté una chinche, güey? No mames, iba caminando sobre la almohada. Me dio un asco…
VÍCTOR
¿Qué es lo que no quieres contar, David, por favor?
DAVID
Oye, cálmate, güey.
VÍCTOR
¿Qué tanto hacías en el baño?
DAVID
Pues… lo que todo mundo hace en el baño: cagaba.
VÍCTOR
Lo que todo maricón hace en el baño no sólo es cagar. También se coge. Sí sabías, ¿no? O me vas a salir con que en los baños de Monterrey los jotos no cogen.
DAVID
Pues… no sé; a la mejor. Pero, ps, lo dirás por ti, porque a mí me parecería incómodo.
VÍCTOR
¡Yo no soy promiscuo, hijo de tu puta madre! ¿O me ves cara de bañero? ¿Tengo cara de andar asaltando braguetas, eh?
VÍCTOR se dirige hacia DAVID con el propósito de golpearlo, pero DAVID consigue esquivarlo.
DAVID
¿Ya, no? ¡Cálmala!
VÍCTOR
¿Cómo que ya “cálmala”? ¿Por qué te atreves a decir que yo soy el promiscuo cuando tú eres quien… quien es el puto?
DAVID
¿Y tú qué serás?
VÍCTOR
No me contestes con otra pregunta. (PAUSA breve. Con serenidad forzada) Oye, güey, si pagué tu boleto de avión, este hotel y esas garritas que traes puestas, no fue para que vinieras a putear, sino para que me acompañaras a mi… boda. ¿Entiendes lo que te quiero decir?... David, mírame a los ojos… te estoy hablando, güey. A todos les conté que tú eras mi primo de Monterrey, ¿y qué hace “mi primito” a la mitad de la boda? Se va a ligar a los baños del salón. ¡Óyeme, no mames! Cuídate, ¿no? ¡Y cuídame! ¡Preocúpate por los demás!... ¿Ahora entiendes?... David, te estoy hablando…
DAVID
¿Y en qué te basas para afirmar que fui al baño para/
VÍCTOR
Mira, David, por favor, no quieras jugar al “A ver quién tiene más cara de pendejo”. Yo te vi: saliste del baño platicando con un ruco de cabello canoso.
DAVID
Ah, ¿ese es tu coraje? (Sonríe) ¿Y por qué no empezaste por allí? Sí sabes quién es ese tipo, ¿no?... (VÍCTOR lo mira con gravedad.) Tu suegro. Era tu suegro… el papá de tu… de Angélica.
VÍCTOR
Y para seguir con el jueguito, también vas a decir que no sabías que es maricón.
DAVID
Je, ps, n-no… Bueno… Con razón.
VÍCTOR
Con razón qué.
DAVID
Nada. Nomás dije “con razón” por… pues por decir algo.
VÍCTOR
No, yo aquí paro el juego. El tonito con que dijiste “con razón” iba más allá de querer decir algo por pura casualidad. Es obvio que tú ocultas algo.
DAVID
No, de veras.
VÍCTOR
¿Qué esconderá esa carita de mosca muerta?
DAVID
La cabeza ha comenzado a dolerme; qué mala onda. Y no comí chocolate. ¿Por qué no pondrán aire en este pinche hotel? Puta madre, parece de cuarta. En Monterrey, uno como estos ya lo hubieran clausurado. ¿Te dije que maté una chinche, güey? No mames, iba caminando sobre la almohada. Me dio un asco…
VÍCTOR
¿Qué es lo que no quieres contar, David, por favor?
DAVID (dirigiéndose hacia la salida)
Voy a bajar a la recepción por una aspirina.
VICTOR (impidiéndole el paso)
Y me vas a dejar aquí como tu pendejo.
DAVID
No me cuelgo; orita regreso.
VÍCTOR
Antes me lo cuentas todo; todo, mano. (Riendo forzadamente.) Con pelos y señales.
DAVID
¿Cuál todo, Víctor?
VÍCTOR
O no me tienes confianza, David.
DAVID
¿Cuál confianza? Y… ¿cómo voy a contártelo todo si a cada momento me quieres soltar un madrazo? ¿Cómo voy a contarlo, eh?
VÍCTOR
O sea que sí pasó todo, ¿verdad?
DAVID
Por favor.
VÍCTOR
Lo acabas de decir. (PAUSA breve.) Desabróchate el pantalón.
DAVID no obedece la orden. Mira a VÍCTOR, atónito.
VÍCTOR
¿Me oíste, puto? (Deletreando) Que te bajes el pantalón.
DAVID
¿Para… qué?
VÍCTOR (irónico)
Quiero ver la huella de sus besos… (con violencia trata de desabrocharle el pantalón. DAVID no lo permite y se aparta de VÍCTOR.) Quiero ver cómo te dejó aquel cabrón.
DAVID
Si tu propósito es volverme loco, lo estás logrando (histérico): la cabeza me duele, las manos me sudan, y ora resulta que me quieres revisar el culo para deshacerte de dudas… como si fuera puta, no mames… por eso me conseguiste este pinche hotel de paso porque te parezco una piruja, ¡estoy hasta la madre!, ¿sabes? Tengo ganas de… (DAVID está a punto de soltar el llanto, pero lo contiene.) regresar a… Monterrey. (Con voz entrecortada.) Mejor no hubiera venido. (Empieza a sacar sus cosas de la cómoda con el propósito de hacer su maleta.) ¿Para que me invitaste a tu boda? ¿Para ver lo chulo que te veías con Angélica? ¿Para cagarme con no sé qué tanta pendejada que atraviesa por tu cabeza?
VÍCTOR
Deja eso. (Le agarra el brazo con fuerza.) No te vayas.
DAVID
Pero… si me quieres madrear, me quieres matar, me quieres volver loco… no entiendo.
VÍCTOR
Haz un esfuerzo… (le acaricia el brazo) por comprender.
DAVID
Comprendo que no andas bien del cerebro.
VÍCTOR abraza a DAVID.
DAVID
Estás mal, Víctor.
VÍCTOR le besa la nuca a DAVID.
VÍCTOR
Entonces, ¿sí?
DAVID
¿Sí qué?
VÍCTOR
¿Ya no me quieres?
DAVID
Tú eres el que ya no me quiere.
VÍCTOR
Contesta mi pregunta.
DAVID
Sí… te quiero. ¿Y tú?
VÍCTOR
Yo, mucho. Y si tanto me quieres, ¿por qué no me lo cuentas?
DAVID
Otra vez la burra…
VÍCTOR
Tampoco me contestes así, güey.
DAVID
Oquey.
VÍCTOR
Entonces, ¿sí?
DAVID
Ajá… pero… no me abraces… tu brazo… no me deja respirar bien… agarra la onda, por favor…
VÍCTOR
Órale.
Voy a bajar a la recepción por una aspirina.
VICTOR (impidiéndole el paso)
Y me vas a dejar aquí como tu pendejo.
DAVID
No me cuelgo; orita regreso.
VÍCTOR
Antes me lo cuentas todo; todo, mano. (Riendo forzadamente.) Con pelos y señales.
DAVID
¿Cuál todo, Víctor?
VÍCTOR
O no me tienes confianza, David.
DAVID
¿Cuál confianza? Y… ¿cómo voy a contártelo todo si a cada momento me quieres soltar un madrazo? ¿Cómo voy a contarlo, eh?
VÍCTOR
O sea que sí pasó todo, ¿verdad?
DAVID
Por favor.
VÍCTOR
Lo acabas de decir. (PAUSA breve.) Desabróchate el pantalón.
DAVID no obedece la orden. Mira a VÍCTOR, atónito.
VÍCTOR
¿Me oíste, puto? (Deletreando) Que te bajes el pantalón.
DAVID
¿Para… qué?
VÍCTOR (irónico)
Quiero ver la huella de sus besos… (con violencia trata de desabrocharle el pantalón. DAVID no lo permite y se aparta de VÍCTOR.) Quiero ver cómo te dejó aquel cabrón.
DAVID
Si tu propósito es volverme loco, lo estás logrando (histérico): la cabeza me duele, las manos me sudan, y ora resulta que me quieres revisar el culo para deshacerte de dudas… como si fuera puta, no mames… por eso me conseguiste este pinche hotel de paso porque te parezco una piruja, ¡estoy hasta la madre!, ¿sabes? Tengo ganas de… (DAVID está a punto de soltar el llanto, pero lo contiene.) regresar a… Monterrey. (Con voz entrecortada.) Mejor no hubiera venido. (Empieza a sacar sus cosas de la cómoda con el propósito de hacer su maleta.) ¿Para que me invitaste a tu boda? ¿Para ver lo chulo que te veías con Angélica? ¿Para cagarme con no sé qué tanta pendejada que atraviesa por tu cabeza?
VÍCTOR
Deja eso. (Le agarra el brazo con fuerza.) No te vayas.
DAVID
Pero… si me quieres madrear, me quieres matar, me quieres volver loco… no entiendo.
VÍCTOR
Haz un esfuerzo… (le acaricia el brazo) por comprender.
DAVID
Comprendo que no andas bien del cerebro.
VÍCTOR abraza a DAVID.
DAVID
Estás mal, Víctor.
VÍCTOR le besa la nuca a DAVID.
VÍCTOR
Entonces, ¿sí?
DAVID
¿Sí qué?
VÍCTOR
¿Ya no me quieres?
DAVID
Tú eres el que ya no me quiere.
VÍCTOR
Contesta mi pregunta.
DAVID
Sí… te quiero. ¿Y tú?
VÍCTOR
Yo, mucho. Y si tanto me quieres, ¿por qué no me lo cuentas?
DAVID
Otra vez la burra…
VÍCTOR
Tampoco me contestes así, güey.
DAVID
Oquey.
VÍCTOR
Entonces, ¿sí?
DAVID
Ajá… pero… no me abraces… tu brazo… no me deja respirar bien… agarra la onda, por favor…
VÍCTOR
Órale.
DAVID
Bueno, pero jura que me dejarás regresar a Monterrey.
VÍCTOR
Sí. Te lo juro, hombre, ya. (Se aparta de él.)
DAVID
Conste. (PAUSA breve.) En primera de cuentas, yo no sabía que el cuate que me siguió al baño era tu suegro, el papá de Angélica. Qué joven, ¿no?
VÍCTOR (malicioso)
Bueno, pero jura que me dejarás regresar a Monterrey.
VÍCTOR
Sí. Te lo juro, hombre, ya. (Se aparta de él.)
DAVID
Conste. (PAUSA breve.) En primera de cuentas, yo no sabía que el cuate que me siguió al baño era tu suegro, el papá de Angélica. Qué joven, ¿no?
VÍCTOR (malicioso)
Y carita, ¿verdad?
DAVID
N-no… Bueno, sí. Conservadón, más bien. Pero no me veas así. Tú fuiste quien dijo que está carita. (PAUSA breve) “Carita”… Esa palabra ya no se usa, ¿sabes? La usaba mucho mi mamá. “Fulano está carita”, o “Perengana tiene un novio cari/
VÍCTOR
Continúa.
DAVID
Fui al baño y… ps, me puse a mear.
VÍCTOR
En el mingitorio.
DAVID
Ajá. Entonces vi que entró tu suegro y…
VÍCTOR
Se puso a mear en el mingitorio de al lado.
DAVID
Ajá.
VÍCTOR
¿Luego?
DAVID
…
VÍCTOR
Vas a salir con que mejor no me cuentas nada.
DAVID
Es que… te vas a enojar otra vez.
VÍCTOR
Tú sigue; no pienses si me enojo o no.
DAVID
…
VÍCTOR
Te la mamó.
DAVID
¿Cómo crees?
VÍCTOR
Te la agarró.
DAVID
Por favor. Me dijo… “qué buena la tienes”.
VÍCTOR
¿Por qué no me cuentas la verdad? ¿Por qué no me dices que allí mismo te la sobó, te llevó luego a un cubículo donde te la mamó?
DAVID
No, pues/
VÍCTOR
¿Verdad que así pasó?
DAVID
No, pues no.
VÍCTOR
Que se muera mi madre si me equivoco.
DAVID
Pobre de ella, porque es falso lo que supones. (PAUSA breve.) ¿Y por qué tanta seguridad en afirmar que me la mamó? ¿Así fue como te ligó?
VÍCTOR
El de las preguntas soy yo, pendejo. No te quieras hacer el listo haciendo conjeturas chafas. Y ahora cuéntamelo tal y como sucedió, pinche David, o te olvidas para siempre de tu regreso a Monterrey.
DAVID (con voz entrecortada)
Ya te lo conté… te digo que me dijo que la tenía buena… y después… me entregó una tarjeta para que le llame…
VÍCTOR
Y le llamaste.
DAVID
No juegues, si me la acaba de entregar.
VÍCTOR
Pinche viejo.
DAVID
Y ya. ¿Satisfecho? Es todo.
VÍCTOR
Pero le piensas hablar.
DAVID
Ahora dame chance de irme.
VÍCTOR
Dime, ¿piensas llamarle?
DAVID
Víctor, por favor.
VÍCTOR
Es un ruco ojete, oportunista, utilitario. Lo que va a pasar, si le llamas, es lo siguiente: te va a invitar a cenar; luego, te llevará a su departamento, no a su casa, porque en esta vive con su familia; en su depa te pedirá que lo piques. Y seguirán viéndose y tú te vas a encular del güey. Pero él, ni madres. ¿Enamorarse?, sí, cómo no. Tú vas a terminar como su putita, confinado en un departamento jodido. Recapacita, David; no te conviene. Un hombre casado es de lo peor.
DAVID
Tú eres un hombre casado.
PAUSA
VÍCTOR
Sí, pero en mi caso es distinto, porque en primer lugar/
DAVID
No quiero escuchar la diferencia que hay entre tú y el arquitecto.
VÍCTOR
Ah… ¡qué bien conoces ya su profesión!
DAVID
Lo decía en su tarjeta. Ahora déjame terminar de preparar mi maleta si me haces el favor.
VÍCTOR
¿Y me vas a dejar así?
DAVID
¿Cómo así?
VÍCTOR
En ascuas; con el temor de que te llame.
DAVID
No le voy a hablar. Mira. (Rompe la tarjeta) Y te juro que no memoricé el teléfono. De veras. ¿Contento?
DAVID termina de hacer su maleta.
VÍCTOR
Me duele que te vayas.
DAVID (riendo forzadamente) ¿Y eso es una canción?
VÍCTOR
Hablo en serio, cabrón; no quisiera perderte… Te necesito. Mira, yo mañana salgo de luna de miel a Cancún, pero de regreso, me iré volando a Monterrey, y me quedaré contigo una o dos semanas o los días que tú quieras. ¿Sí, güey? Mírame, güey. Te estoy hablando, David. Nunca había hablado así. Mira, le diré al arquitecto que me dé esos días de licencia y cuando… ¿Por qué te ríes? No crees en lo que digo, ¿verdad? Vas a decir/
DAVID
Voy a decir una cosa muy importante si me prometes no enojarte.
VÍCTOR
¿Muy, muy importante?
DAVID
Ajá.
VÍCTOR
Bien, di.
DAVID
Eres un/
VÍCTOR
Puto. Eres un puto, vas a decir.
DAVID
No, esa palabra es tuya. El puto soy yo, dijiste. ¿Oquey? Lo que quiero decirte… ¡qué pendejo eres, mano!
VÍCTOR
Chinga tu madre.
DAVID
Dijiste que no te enojarías, ¿ya ves?
VÍCTOR
Oquey, sigue.
DAVID
Y te voy a decir por qué lo pendejo. Preferiste renunciar a tu vida para ascender a un puesto de mierda, casándote con la hija de tu jefe, ¿no es así, señor arquitecto?... Pues muchas felicidades, y jódete, güey. Ahí te ves.
VÍCTOR
Nunca me habías hablado así.
DAVID
Nunca te habías casado.
Se escucha el sonido de un claxon que viene de la calle. DAVID se asoma por la ventana.
VÍCTOR
¿Con quién te vas? (Se asoma por la ventana) Es el coche del arquitecto.
DAVID
Me va a dar un aventón.
VÍCTOR
Pero si acabas de decir que él/
Suena el teléfono. DAVID contesta.
DAVID
¿Bueno?... (Entusiasmado.) Sí, ya lo escuché. Ya voy de salida. En tres minutos estoy con usted. Sí… Sí, aquí está conmigo. (Le tiende el teléfono a VÍCTOR.) Tu suegro… quiere hablar contigo.
VÍCTOR
¿Bueno?... Sí, soy yo, arquitecto… Sí, no se preocupe, yo en este momento salgo al salón por Angélica… ¡Claro que le avisé; no salí huyendo!... Sí, lo traje al hotel porque se sentía mal. Usted sabe: la altura es diferente a la de Monterrey. Pero ya lo veo mejor… Sí, ya va para allá. Le encargo mucho a mi primo, arquitecto… Y gracias por el aventón. Je…
VÍCTOR cuelga el auricular. Avanza con ira hacia DAVID.
VÍCTOR
Me engañaste, güey. Me dijiste que no te la había agarrado.
DAVID
Y no me la agarró.
VÍCTOR
Que no había pasado nada entre tú y él.
DAVID
Así es. Aún no ha pasado nada.
VÍCTOR (avanzando hacia DAVID)
¡Ora sí te mato, cabrón!
DAVID
Tú me pones la mano encima y verás cómo te va (VÍCTOR se detiene): pierdes vieja y chamba, mínimo, güey. ¿Para qué te enojas, si todo queda en familia, qué no? Ya, ya, quita esa cara o echarás a perder tu fiesta. (PAUSA breve.) Fue un placer venir a tu boda. Chao. Felicidades, ese.
DAVID sale con maleta en mano. VÍCTOR se sienta en la silla. Luego se pone de pie y se dirige hacia la ventana para ver la partida de DAVID con el arquitecto. Se vuelve a sentar en la silla. Se pone de pie. Va hacia la ventana…
FIN
DAVID
N-no… Bueno, sí. Conservadón, más bien. Pero no me veas así. Tú fuiste quien dijo que está carita. (PAUSA breve) “Carita”… Esa palabra ya no se usa, ¿sabes? La usaba mucho mi mamá. “Fulano está carita”, o “Perengana tiene un novio cari/
VÍCTOR
Continúa.
DAVID
Fui al baño y… ps, me puse a mear.
VÍCTOR
En el mingitorio.
DAVID
Ajá. Entonces vi que entró tu suegro y…
VÍCTOR
Se puso a mear en el mingitorio de al lado.
DAVID
Ajá.
VÍCTOR
¿Luego?
DAVID
…
VÍCTOR
Vas a salir con que mejor no me cuentas nada.
DAVID
Es que… te vas a enojar otra vez.
VÍCTOR
Tú sigue; no pienses si me enojo o no.
DAVID
…
VÍCTOR
Te la mamó.
DAVID
¿Cómo crees?
VÍCTOR
Te la agarró.
DAVID
Por favor. Me dijo… “qué buena la tienes”.
VÍCTOR
¿Por qué no me cuentas la verdad? ¿Por qué no me dices que allí mismo te la sobó, te llevó luego a un cubículo donde te la mamó?
DAVID
No, pues/
VÍCTOR
¿Verdad que así pasó?
DAVID
No, pues no.
VÍCTOR
Que se muera mi madre si me equivoco.
DAVID
Pobre de ella, porque es falso lo que supones. (PAUSA breve.) ¿Y por qué tanta seguridad en afirmar que me la mamó? ¿Así fue como te ligó?
VÍCTOR
El de las preguntas soy yo, pendejo. No te quieras hacer el listo haciendo conjeturas chafas. Y ahora cuéntamelo tal y como sucedió, pinche David, o te olvidas para siempre de tu regreso a Monterrey.
DAVID (con voz entrecortada)
Ya te lo conté… te digo que me dijo que la tenía buena… y después… me entregó una tarjeta para que le llame…
VÍCTOR
Y le llamaste.
DAVID
No juegues, si me la acaba de entregar.
VÍCTOR
Pinche viejo.
DAVID
Y ya. ¿Satisfecho? Es todo.
VÍCTOR
Pero le piensas hablar.
DAVID
Ahora dame chance de irme.
VÍCTOR
Dime, ¿piensas llamarle?
DAVID
Víctor, por favor.
VÍCTOR
Es un ruco ojete, oportunista, utilitario. Lo que va a pasar, si le llamas, es lo siguiente: te va a invitar a cenar; luego, te llevará a su departamento, no a su casa, porque en esta vive con su familia; en su depa te pedirá que lo piques. Y seguirán viéndose y tú te vas a encular del güey. Pero él, ni madres. ¿Enamorarse?, sí, cómo no. Tú vas a terminar como su putita, confinado en un departamento jodido. Recapacita, David; no te conviene. Un hombre casado es de lo peor.
DAVID
Tú eres un hombre casado.
PAUSA
VÍCTOR
Sí, pero en mi caso es distinto, porque en primer lugar/
DAVID
No quiero escuchar la diferencia que hay entre tú y el arquitecto.
VÍCTOR
Ah… ¡qué bien conoces ya su profesión!
DAVID
Lo decía en su tarjeta. Ahora déjame terminar de preparar mi maleta si me haces el favor.
VÍCTOR
¿Y me vas a dejar así?
DAVID
¿Cómo así?
VÍCTOR
En ascuas; con el temor de que te llame.
DAVID
No le voy a hablar. Mira. (Rompe la tarjeta) Y te juro que no memoricé el teléfono. De veras. ¿Contento?
DAVID termina de hacer su maleta.
VÍCTOR
Me duele que te vayas.
DAVID (riendo forzadamente) ¿Y eso es una canción?
VÍCTOR
Hablo en serio, cabrón; no quisiera perderte… Te necesito. Mira, yo mañana salgo de luna de miel a Cancún, pero de regreso, me iré volando a Monterrey, y me quedaré contigo una o dos semanas o los días que tú quieras. ¿Sí, güey? Mírame, güey. Te estoy hablando, David. Nunca había hablado así. Mira, le diré al arquitecto que me dé esos días de licencia y cuando… ¿Por qué te ríes? No crees en lo que digo, ¿verdad? Vas a decir/
DAVID
Voy a decir una cosa muy importante si me prometes no enojarte.
VÍCTOR
¿Muy, muy importante?
DAVID
Ajá.
VÍCTOR
Bien, di.
DAVID
Eres un/
VÍCTOR
Puto. Eres un puto, vas a decir.
DAVID
No, esa palabra es tuya. El puto soy yo, dijiste. ¿Oquey? Lo que quiero decirte… ¡qué pendejo eres, mano!
VÍCTOR
Chinga tu madre.
DAVID
Dijiste que no te enojarías, ¿ya ves?
VÍCTOR
Oquey, sigue.
DAVID
Y te voy a decir por qué lo pendejo. Preferiste renunciar a tu vida para ascender a un puesto de mierda, casándote con la hija de tu jefe, ¿no es así, señor arquitecto?... Pues muchas felicidades, y jódete, güey. Ahí te ves.
VÍCTOR
Nunca me habías hablado así.
DAVID
Nunca te habías casado.
Se escucha el sonido de un claxon que viene de la calle. DAVID se asoma por la ventana.
VÍCTOR
¿Con quién te vas? (Se asoma por la ventana) Es el coche del arquitecto.
DAVID
Me va a dar un aventón.
VÍCTOR
Pero si acabas de decir que él/
Suena el teléfono. DAVID contesta.
DAVID
¿Bueno?... (Entusiasmado.) Sí, ya lo escuché. Ya voy de salida. En tres minutos estoy con usted. Sí… Sí, aquí está conmigo. (Le tiende el teléfono a VÍCTOR.) Tu suegro… quiere hablar contigo.
VÍCTOR
¿Bueno?... Sí, soy yo, arquitecto… Sí, no se preocupe, yo en este momento salgo al salón por Angélica… ¡Claro que le avisé; no salí huyendo!... Sí, lo traje al hotel porque se sentía mal. Usted sabe: la altura es diferente a la de Monterrey. Pero ya lo veo mejor… Sí, ya va para allá. Le encargo mucho a mi primo, arquitecto… Y gracias por el aventón. Je…
VÍCTOR cuelga el auricular. Avanza con ira hacia DAVID.
VÍCTOR
Me engañaste, güey. Me dijiste que no te la había agarrado.
DAVID
Y no me la agarró.
VÍCTOR
Que no había pasado nada entre tú y él.
DAVID
Así es. Aún no ha pasado nada.
VÍCTOR (avanzando hacia DAVID)
¡Ora sí te mato, cabrón!
DAVID
Tú me pones la mano encima y verás cómo te va (VÍCTOR se detiene): pierdes vieja y chamba, mínimo, güey. ¿Para qué te enojas, si todo queda en familia, qué no? Ya, ya, quita esa cara o echarás a perder tu fiesta. (PAUSA breve.) Fue un placer venir a tu boda. Chao. Felicidades, ese.
DAVID sale con maleta en mano. VÍCTOR se sienta en la silla. Luego se pone de pie y se dirige hacia la ventana para ver la partida de DAVID con el arquitecto. Se vuelve a sentar en la silla. Se pone de pie. Va hacia la ventana…
FIN