Ayer les preguntaba si valía la pena ir al cine a ver una peli francesa que se llama Amigos(Intouchables, de Olivier Nakache y Éric Toledano); varios me contestaron que era un melodrama francés bien hecho y que se dejaba disfrutar. Así que hoy, aprovechando que el Cinemark está a un paso del hotel en el que me hospedo fui y, bueno, estoy seguro que en dos meses se me olvidará la película.
Entré a la sala cuando la peli ya había iniciado y no vi, si acaso la hubo, la escena en que el protagonista, Philippe (François Cluzet) sufre un accidente que le hace perder todo movimiento físico. Puede hablar y pensar, pero es incapaz de mover un solo dedo. Contrata a un joven recién salido de la cárcel, se llama Driss, (Omar Sy), es negro y de ascendencia africana, de escasa cultura, más dispuesto a lo que le dicta el corazón que a la razón, casi un salvaje pues. Dos mundos totalmente opuestos y que a lo largo de la peli el inmigrante jodido y el francés ricachón y culto se harán grandes cuates.
Durante toda la película me estuve acordando de Marianne. ¿Quién es Marianne? Dejen les cuento: Marianne es una amiga francesa que pasó a saludarme al bar del puerto después de la función de La forma exacta de percibir las cosas, la noche anterior. Nos besuqueamos sendos cachetes y expresamos nuestro gusto de volvernos a ver. No es que Marianne y yo seamos grandes amigos, pero las pocas veces que nos vemos nos saludamos como si lo fuéramos. De ella me atrae mucho su solvencia económica y libertad (quizá lo segundo es producto de lo primero), su pata de perro por todo el mundo y esa voz grave que me recuerda a la Moreau. Marianne, por razones que supongo familiares, vive seis meses en Acapulco y otros seis en París. Hablamos de la última vez que nos vimos, en el restaurant La Rebanadota, en el Puerto. Le pedí que viniera a ver mi obra, "estoy seguro que te encantará pues mi texto alude mucho a la cultura francesa." ella se mostró halagada y aseguró que el próximo viernes asistiría a la función. Y ya cuando se marchaba del bar, le pregunté que cómo estaba París. Ella, pegó su barbilla al pecho y me lanzó una mirada en la cuál adiviné una pregunta que no formuló, pero la intuí: "De veras, ¿Quieres que te hable de Paris?" Soltó un pequeño bufido y dijo: “París está horrible. Estamos invadidos." Dijo "invadidos" y pensé en fotos de la Ciudad Luz cuando la invadió Alemania. Levantó un poquitín la voz y frunció el entrecejo: "Actualmente, caminas por la calle y ya no ves franceses en la ciudad. Sólo inmigrantes: africanos, árabes, rumanos." La interrumpí: "No puede ser; yo estuve en el 2007 y, dijera Hemingway, Paris era una fiesta." "Pues la fiesta se acabó, me arrebató la palabra Marianne, ahora sólo ves basura y pordioseros en París. ¡la gente duerme en las calles!" Yo no encontré palabras para levantarle el ánimo pero ella, de mente rápida, pronto encontró consuelo en una frase. "Pero España está peor. Ay, no, pobres, pobres." Marianne subió a su auto y se marchó.
Se dice que Amigos es la película más vista de todos los tiempos, en Francia. Yo creo que Marianne no la ha visto. Y presiento que no le gustará.
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