Sueño que mi hermana Nancy me dice: "Acuéstate porque doña Juanita te va a hacer una limpia." Veo a doña Juanita vestida de negro. Estamos en la bodega de la tienda, con escasa luz, cuando la bodega era de adobe y techo de teja. Me acuesto boca abajo en el suelo. Y no me hace ninguna limpia sino un masaje, quizá por aquello del dolor de espalda y cuello que tengo. Entonces siento las manos largas y huesudas de doña Juanita en mi espalda; luego, presiona la parte donde se junta la espalda con las nalgas. Las bolas tensas que tenía van desapareciendo. Pero hay un momento en que siento un temor grande; percibo algo malévolo en la presencia de doña Juanita. Quiero despertar, y no puedo. Trato de gritar y me sale un mugido. Abro los ojos y veo mi habitación en penumbras y la sombra de doña Juanita vestida de negro a un lado de mi cama. Siento unas manos cuya presión en mi espalda me hunden al sueño y me encuentro en la bodega. Intento nuevamente despertar y me sale un grito sordo y veo mi recámara en penumbras. Otra vez las manos en mi espalda me hunden en el sueño. Mi grito me impulsa a la vigilia; pero las manos de doña Juanita me jalan al sueño. Voy de uno a otro lado sin despertar del todo.
Ahora que escribo este sueño, mi dolor de espalda ha desaparecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario