GUERRERO EN NUEVA NOVELA


Hay personajes que existen gracias la pensamiento de muchas personas, el caso de Bonita Malacón es de este tipo, ya que su historia es narrada por todos aquellos que aseguran conocerla. Así se construye la novela de José Dimayuga ¿Y qué fue de Bonita Malacón?, editada por Jus. “Mi personaje parte de un hecho real, existe Bonita Malacón, es una amiga de la infancia a quien le pedí permiso para tomar algunas características para construir a mi protagonista. “En la novela nos enteramos de su vida por medio de los personajes, pero no sólo eso, sino que ellos también nos van contando su historia de vida”.La obra transita entre la cordura y la locura. Todos inventan algo sobre Bonita pero le ponen parte del sabor que los habitantes de la costa les caracteriza y que el autor conoce muy bien porque es originario de Tierra Colorada, Guerrero. La novela está ubicada en un pueblo muy similar, llamado Palma Gorda, lleno de historias de amor, de costumbres y traiciones. Comenta Dimayuga que la novela tiene mucho humor, pero también es muy violenta. “El ambiente es muy impetuoso y a la vez chusco. Mi infancia en Guerrero la viví en un ambiente lleno de violencia, me tocó la época de la guerrilla, comenzaban los secuestros que principalmente se hacían para pagar las armas y mantener a los guerrilleros, por eso mi libro está plagado de hechos fuertes”, comentó. INTENCIÓN. El autor busca con su texto rescatar la plática entre las personas, aquella con la que aprendió a vivir cuando era niño. “En mi pueblo no había televisión, casi nadie escuchaba la radio y mucho menos se leía. Lo único que se hacía era platicar y platicar”.“Era un ambiente jocoso, porque en el lenguaje de mi pueblo hay mucha picardía, lo cual se refleja en lo que escribo. No es algo que yo haya elegido, que sea deliberado, que haya dicho, voy a escribir algo chistosito y violento a la vez, sino que se me dio naturalmente”.El libro se presentará el próximo miércoles 27 de febrero en Donceles 66. Comentarán la obra José Joaquín Blanco, José Antonio Cordero y Tito Vasconcelos. Entrada libre. (Por Alfredo Ortiz Santos. Tomado de LA CRÓNICA de hoy.)