FUNDACIÓN ISRAEL PINTOR PARA LIBROS DESAMPARADOS


Un libro tiene derecho a permanecer en un librero, a ser leído, a no estorbar y hacer polvo en los resquicios de una casa o las cajas del diván, a convivir con otros de su tipo, a no ser usado para nivelar una mesa o mantener abierta una puerta, a sentir cómo unas manos hojean sus páginas, a ser olfateado, a que su papel se ponga amarillito como señal inequívoca de la inquietante senectud y no sufrir el peligro de desintegración, a contener un separador, unas lágrimas, o tal vez los pétalos secos de una rosa marchita; por qué no: los tildes de un dedazo o las notas al margen de un lector. Merece también la oportunidad de ser firmado por su autor y presumido como un gran tesoro, así como recibir atención, cariñitos y mucho amor.
Un libro sueña con provocar la felicidad de sus lectores, desea con vehemencia traducir una inquietud en el más plañidero de los deseos insolutos, y a veces, sólo a veces, logra responder preguntas específicas, aunque tenga claro que no fue creado para eso. Un libro ignorado, tal vez el mismo que ahora lo mira arrumbado desde el suelo o aquél revuelto en el cajón de la mesita de noche, anhela una vida mejor.
La Fundación Israel Pintor para libros desamparados, preocupada por el mejoramiento de las circunstancias de todo libro, anuncia la apertura de sus puertas y el recibimiento inmediato de todo candidato que cubra los siguientes requisitos:
· Ser libro.
· Estar en desamparo.
Esta fundación está consciente del grave peligro al que están expuestos los libros: sabemos de mutilaciones, rasgaduras, uso de páginas como instrumentos de emergencia para la de higiene personal o merma para recados y todo tipo de monstruosas ejecuciones. Por eso, da cabida a TODO tipo de libro olvidado, sin importar tema, tamaño, color, editorial, autor o cualquier otra distinción. La fundación pretende utilizar esta política antidiscriminación como estandarte para impulsar el activismo cultural “pro libros sanos” y, refrendar de esta manera, su compromiso con todos los libros del mundo en condiciones terribles.
Para responder a esta convocatoria, todo dueño de un libro en desamparo habrá de remitir un correo electrónico a la siguiente dirección: free_isra@yahoo.com.mx, dirigido al director de la fundación (Israel Pintor, por supuesto), delineando apenas en un renglón, el motivo de su deseo por relegar la custodia de su o sus libros a esta institución de beneficencia.http://israelpintor.wordpress.com/fundacion-israel-pintor-para-libros-desamparados/

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